COMIENZOS DEL MAQUILLAJE

El origen del término maquillaje se debe en sentido etimológico a “Maquillage” (pintura del rostro de los actores de teatro en el siglo XIX en Francia). Sin embargo, su historia ha ido evolucionando a lo largo del tiempo hasta llegar a categorías tan avanzadas como lo que hoy conocemos como optocosmética.
A lo largo de los años hemos descubierto diferentes conceptos sobre la cosmética de color, cuyas formas y significados han ido variando en función de las civilizaciones, de la época y del lugar. 
Los primeros indicios que tenemos sobre el origen del maquillaje los encontramos en las pinturas que nuestros antepasados tomaban de la naturaleza y que usaban para transmitir sus estados anímicos o su papel social (viudedad, luto, virginidad, etc). El maquillaje desde su origen ha servido como instrumento de comunicación no verbal remontándose su uso a la prehistoria periodo en que se aplicaban arcilla en la cara.


Si hiciéramos un recorrido histórico, comprobaríamos las diferentes funciones que adquiría el maquillaje en cada época teniendo en cuenta la gran influencia que ejercían en él los aspectos sociales, económicos, espirituales, etc.

PREHISTORIA


En tiempos prehistóricos los primeros humanos utilizaron plantas, animales o minerales cómo elementos de cosmética. Minerales rojos mezclados con grasa animal, que utilizaban para proteger el cuerpo de los rayos del sol, es decir el primer protector solar.
Hay especulaciones sobre su posible finalidad: si lo usaban para realzar la belleza, para celebrar un acto fúnebre o para iniciar un ritual, o bien una combinación de los tres ejemplos citados. A través del arte y de los instrumentos de uso cotidiano que han llegado a nuestros días, podemos ver como ya entonces existía una preocupación por la belleza.
La mujer de la edad de piedra se hacía en la cara manchones de barro de color (posiblemente rojo). Entre los hallazgos más antiguos que hacen alusión al incipiente interés femenino por la belleza, encontramos un grabado en las cercanías de Oslo, Noruega, que reproduce la figura de una mujer embadurnándose con grasa de reno, animal que esta al lado de la figura femenina. Según deducen de la interpretación de las pinturas rupestres las mujeres del paleolítico, ya usaban mejunjes para colorear de marrón rojizo las diferentes partes del cuerpo.

Los productos de que disponía la mujer prehistórica se limitaban, prácticamente, a la arcilla, tierras de pigmentos colorantes o toscos productos elaborados a partir de grasas animales. El aceite más antiguo que se conoce estaba compuesto de sulfuro de antimonio.
En otros lugares también se han hallado representaciones de mujeres simbolizando la preocupación de estas por el cuidado de su belleza, por ejemplo en Austria, la conocida Venis de Willendorf, y en la costa Azul francesa, La Venus de Grimaldi.
En la edad del bronce los cazadores y danzantes se teñían parte de su anatomía de rojo y negro, y se embadurnaban el pelo con alguna arcilla. Se han hallado pequeños contenedores de huesos vaciados con pastas coloreadas hechas de grasas y óxidos de hierro o magnesio que pueden haber sido utilizados en la prehistoria para proteger el cuerpo de los rayos del sol.
Lo neandertales se colgaban collares hechos con conchas, se maquillaban y, por si fuera poco, se adornaban con vistosas plumas de aves, según un estudio internacional en el que participó el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El empleo de plumas de córvidos y rapaces como ornamentación para el cuerpo refuerza la idea de que tenían pensamiento simbólico y los acerca aún más al Homo sapiens. 


EGIPTO

La leyenda cuenta que, “Cuando Horus (dios Celeste) peleó contra su Tío Seth (dios de la Tormenta) perdió un ojo, por lo que inventó el maquillaje para restablecer la perfección de su belleza y ocultar su imperfección.
Con esto nos queda más que claro que esto se inició de manera reconstructiva para mejorar la apariencia física de las personas.
Los productos se fueron creando pensando en la protección de la salud de los egipcios, ya que, en aquellos tiempos, era difícil controlar algunas enfermedades.


El delineado de ojos era utilizado por hombres y mujeres, ya que los protegía de la conjuntivitis. Este producto se obtenía moliendo galena y según el grado de trituración, resultaban distintas tonalidades. A esto se le llamaba Kohl y se aplicaba con un palito por el contorno de los ojos. Este pigmento también era usado en las cejas para engrosarlas y definirlas.(El kohl negro y otros polvos que se ponían en los párpados contenían sales de plomo y muchos egipcios no vivían más de 30 años de haber sido así hubiesen tenido muchos problemas de salud).


Utilizaron antimonio para generar colores verdes o azules, los cueles aplicaban en los párpados como sombras y así resaltar aún más sus ojos.
Además se dice que fueron los creadores de los primeros labiales, los que se obtenían de la mezcla de ocre rojo y óxido de hierro, creando colores terracotas.

Los cánones de belleza de esta época eran lucir una piel bronceada y ojos grandes. Los delineados se usaban en un color oscuro, labios en color terracota y cejas cuidadas en su diseño.
Y aquí recordamos a la gran Cleopatra con su piel bronceada y ojos bien delineados, también a Nefertiti que en las distintas estatuas que existen se ve observa lo mencionado con anterioridad.
La cosmética también tuvo un gran auge en esta época. Solamente se producía cosmética natural, porque no conocieron la destilación y todos su productos eran libres de alcohol.
Se aplicaban en el cuerpo aceites perfumados para hidratar y devolver la elasticidad de la piel, teñían sus cabellos con henna o se rasuraban para usar la elaboradas pelucas.
En los ritos funerarios también profesaban su amor al cuidado estético, ya que el difunto era enterrado con sus productos cosméticos para utilizarlos en la otra vida.
Se han hallado numerosos instrumentos utilizados para cosméticos, destacando la “paleta de toro”, estas paletas se utilizaban para mezclar aceites y diluir cosméticos.

GRECIA

Recibió de Egipto la herencia de los cuidados estéticos que más tarde introducirían en Europa. El hombre se rizaba el cabello y la barba y se depilaba las piernas. La figura femenina era más estilizada y el color de la piel muy blanco (considerado como signo de apasionamiento). Para conseguirlo ingerían diariamente gran cantidad de cominos y blanqueaban la piel con Cerus y Alballalde. Utilizaban el kohl en los ojos, maquillando los párpados de negro y azul; las cejas se perfilaban sin alargarlas, los labios y las mejillas se coloreaban en rojo vino. Se teñían el cabello y la depilación corporal se realizaba con pomada. La belleza femenina llevaba el pelo suelto y rizado sobre los hombros utilizando el lápiz azul en los ojos.


ISRAEL

 Los israelitas pasaron más de cuatro siglos en Egipto y recibieron lógicamente una fuerte influencia. Las mujeres, a pesar de sus rígidas reglas, siguieron utilizando los aceites con recetas egipcias. Continuaron empleando el kohl y la alheña para producir color rojo en las mejillas. Lucían cabelleras trenzadas cubiertas con velo o túnica.

MESOPOTAMIA

Abarcaban las comarcas situadas en las cuencas fluviales del Tigris y el Eúfrates. Un país donde la moda y el uso del peinado llegaron a tener una importancia fuera de lo común. Los hombres se rizaban la barba y el cabello, dándoles geométricos tirabuzones en sus extremos. La abundancia de pelo en ellos significaba fuerza y valor. Teñían las cejas de negro y la cara de colorete y espolvoreaban con oro en polvo el pelo y la barba. Las mujeres llevaban el pelo suelto y rizado sobre los hombros utilizando el lapislázuli en los ojos.

INGLATERRA



Las mujeres del Imperio Romano usaban maquillaje de plomo para blanquearse el rostro y en el siglo XVI las nobles inglesas siguieron esta costumbre. La reina Isabel I es quien utilizó este maquillaje para cubrir sus cicatrices de viruela que, con mezcla de plomo y vinagre las ocultaba, a esta combinación se le conoce como "Albayale de Venecia o Azúcar de Saturno ".
Esto alisaba su cutis pero no quedaba exento de que con el tiempo decoloraba la piel entre otros efectos como pérdida de cabello y putrefacción dental.






ESTADOS UNIDOS

A finales del siglo XIX se vendían obleas que contenían Arsénico y la población lo sabía, pero la consumían porque supuestamente eliminaban imperfecciones faciales. Aceptable este producto lo consumían las mujeres en aquellos tiempo ya que querían tener una piel de porcelana.


IMPERIO ROMANO


La damas que vivieron en la antigua Roma tenían una agenda repleta de reuniones sociales a las que les gustaba asistir impecables. Tanto el peinado, el tocado como su maquillaje estaban cuidadosamente estudiados para resplandecer durante los actos en sociedad.













El canon romano de belleza retrata a una mujer con la piel muy blanca y de mejillas sonrojadas. Como en muchos otros lugares, una piel blanca era sinónimo de nobleza debido a que distinguía a aquellas mujeres que trabajaban en el campo o al aire libre de las que no. Los ojos y las cejas se llevaban perfilados con sustancias oscuras como por ejemplo el hollín.Un dato curioso es su preferencia por las cejas pobladas de forma artificial en el entrecejo. Algo opuesto al canon de belleza actual. Para las sombras de ojos ser importaban pigmentos del exterior o se utilizaban pigmentos naturales de los minerales de la zona.

ARABIA

La cultura árabe era una gran desconocida por el continente europeo, aunque en la Edad Media tendría una gran influencia en las costumbres. La mujer recluida en el harén dedicaba largas horas al embellecimiento. Como medida para seducir al hombre, cuidaban su cuerpo con baños perfumados, masajes y aceites. La mujer tapaba la cara con un velo y el pelo con sedas y se adornaba con piedras preciosas. Se maquillaban la cara y las manos, usaban coloretes, y en los ojos aplicaban kohl para agrandarlos. Eran de uso corriente y continuo hasta nuestros días.


Edad Media y Renacimiento

En la Edad Media, cualquier arreglo personal femenino estaba mal considerado a no ser que fuera el cabello; las damas medievales llevaban el cabello larguísimo y, recluidas en sus castillos, esperaban las visitas de mercaderes ambulantes para comprar bálsamos, artículos de tocador y hierbas. Sin embargo, el cuidado personal pasaba a ser considerado indigno y ofensivo.

En el Renacimiento en cambio el maquillaje sufre una transformación: se convierte en un elemento clave de la época. Las mujeres nobles tenían como ideal un cuerpo con formas curvadas, cabello rubio, la frente alta y despejada con muy pocas cejas y la piel muy blanquecina. Las cejas se dejan muy finas y en algunos casos desaparecen. Incluso la frente se depila para dejar más dimensión en el rostro. Los ojos se maquillan con khöl y el colorete tiende a granate.

Siglos XVII – XVIII

Se consolidó en ese siglo la edad de oro de la cosmética, creando la nueva moda de la ropa. A finales del siglo XVII los hombres comenzaron a usar pelucas desapareciendo los polvos de la cara. Estas características perduraron en el siglo XVIII Las mujeres utilizaban postizos de gran tamaño aumentados por tocados muy grandes. Se daba importancia a los rizos y tirabuzones. La higiene corporal continuaba en el olvido, por lo que se usaban cantidades de perfumes para combatir el mal olor. Se pone de moda la extravagancia y la exageración propuesta por la corte, que a veces resultaba grotesca. Existía una obsesión por el maquillaje y los perfumes, no así por las cremas de belleza. El hombre se maquilla tanto como la mujer, presentando un aspecto afeminado. La mujer se aplicaba una pintura dando a la cara una blancura excelente, empolvándose con polvo de arroz o de harina, y se perfilaban las cejas, ojos delineados en negro, en el párpado aplicaban azul o verde, rojo oscuro en los labios dibujados en forma de corazón. Los lunares tuvieron su importancia. Eran considerados estéticos, a veces se los pintaban o los hacían de terciopelo.


JAPÓN

Si hablamos de maquillaje en Japón no podemos pasar por alto a las Geishas muy comunes entre los siglos S.XVIII-XIX si bien existen en la actualidad. Tenían un distintivo maquillaje para potenciar sus rasgos con cierta insinuación.
Su maquillaje blanco cubría rostro, cuello, pecho y manos, con dos o tres áreas sin pintar (formando una “W” o “V”) cerca de la nuca, para acentuar esta zona erótica, y una zona descubierta de piel alrededor del pelo, que crea la ilusión de una máscara. 
Los ojos y las cejas eran remarcados con carbón. Las maiko (aprendiz de Geisha) además usaban rojo alrededor de los ojos. Los labios eran pintados con una brocha pequeña simulando un contorno de labios sensual en forma de corazón por arriba y muy redondo.

SIGLO XIX


La hegemonía de la belleza la siguió marcando Francia. La moda ya no la imponía la Corte, sino la burguesía. Apareció un nuevo concepto de belleza femenina. Había una tremenda obsesión por aparecer enferma., alcanzándose límites insospechados por conseguir una tez pálida o blanquecina. Se llegó a poner de moda ingerir vinagre y limones para parecer más enfermos; las orejas se marcaban de azul, las mejillas se empolvaban de rosa pálido y los labios en un color carmesí. En la última década destacó un peluquero de París, llamado Marcel, que inventó un nuevo sistema de ondulación que lo hizo famoso en todo el mundo y se extendió hasta bien entrado el siglo actual.

SIGLO XX

Nace una nueva mujer que estiliza su cuerpo, empieza a liberarse y participa en el mundo laboral y deportivo. La industria cosmética sufre una eclosión, ofreciendo un gran abanico de posibilidades en productos de peluquería y cosmética. Surgen distintas décadas y van a marcar modas por fenómenos sociales: los medios de comunicación, el cine, la TV, la publicidad. Estos medios idealizan un prototipo de mujer con fines publicitarios que acaban marcando una moda en una determinada época.

AÑOS 20-30

Son conocidos como los años locos. Y tenemos el tipo de Marlene Dietrich o Greta Grabo.
Sus cortes “garçon” muy pronunciados y las ondas al agua rematadas en media melena. El maquillaje es fuerte, el cutis en claro, los ojos maquillados en negro, el colorete en redondo y pronunciado, los labios rojos.


AÑOS 40-50

Aparecen melenas tipo Gilda.
Los fondos de maquillaje son claros, los ojos bastantes exagerados, las cejas muy depiladas dibujándolas hacia las sienes, los labios en rojo haciendo la forma de asco, es decir, sobrepasando las comisuras del labio.






AÑOS 60-70



Denominados la Década Prodigiosa, los ojos se aplican con un delineante (eyes – liner), las cejas finas, los párpados en tonos azules y los labios perfilados en rojo oscuro, los cabellos en media melena.
Un claro exponente de esta época fue Marilyn Monroe.







LOS AÑOS 80-90

Predomina una desorientación en los modos de vestir, la peluca y el maquillaje. Exponente de esta época puede ser Madonna. En la ropa se estila hacia el sport. Grandes modistas se pasan al prêt à porter. Los vaqueros se imponen de una manera abrumadora. El peinado se busca fácil, que sea manejable y rápido de hacer, como el moldeado. El maquillaje va poco cargado buscando naturalidad y se opta por un determinado maquillaje dependiendo de la ocasión. No predomina ningún color especial de temporadas, debido a la gran afluencia de modas.

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